Alguna cosa buena tiene la vida - Unas canciones
No puedo dejar de estar triste y preocupado. La desesperanza es el sentimiento primero en un mundo que nos sirve a diario las atrocidades del genocidio y la guerra, la destrucción de flora y fauna, los récords extremos en meteorología, la falta de gobernantes con principios y la extensión mediática de la estupidez. Por eso escribo estas palabras, porque hay que dejar descansar por unos minutos a uno mismo y buscar un consuelo fugaz en los brillantes refugios del alma.
Alguna cosa buena hay, sí. Hoy me atrevo a sermonearles con una joya musical: el disco "Miguel Hernández" de Serrat. Doy por hecho que la música es una cuestión de gustos, y que Serrat no convence a todo el mundo. No......
Un país mágico
La cultura estadounidense, impulsada, detallada y glorificada por miles de películas, series y novelas, está convirtiendo progresivamente nuestro mundo, en una imitación a pequeña escala del país de las barras y estrellas.
La cantinela de la autosuperación y el sueño americano, la sanidad privada, el individualismo furibundo, retrasar la jubilación, la autoayuda y el fascismo de la alegría autoimpuesta, la sociabilización del triunfo y la personalización del fracaso, Amazon y el fin del pequeño negocio, la educación privada hiperelistista, el anticomunismo, Halloween, la confusión de la felicidad con la ambición, el Black Friday, el liberalismo reaganiano, la estética Kardasian, la humanización de las mascotas, la comida rápida, los coches enormes y contaminantes, los bodorrios de ruina y las despedidas de soltero,......