#1 Lo que hay que hacer es visibilizar más el porqué está cayendo en picado la sanidad 100% pública, si cada vez se destina más dinero público a sanidad.
Hace falta transparencia para que la gente vea las cifras de dinero público que se destina a la sanidad 100% pública y todo el dinero público que se destina "al resto".
Hace falta más difusión de todos los escándalos de corrupción que aparecen en torno a las concesiones a la sanidad que no es 100% pública, en todas las externalizaciones de servicios que acaparan con sumo gusto empresas constructoras, corporaciones extranjeras y fondos buitres.
Hace falta más sentido crítico entre la población para darse cuenta de lo que hacen los lobbies farmacéuticos, cómo untan a los médicos y funcionarios públicos, cómo restan tiempo a los pacientes en AP con sus visitas 100% comerciales, cómo percuten gastos innecesarios/excesivos al sistema público de salud.
Pero si a la vecina María le va muy bien con el agua azucarada homeopática de 40€ que le ha mandado la doctora, y nadie pone el grito en el cielo por todas estas mierdas, normal que con dicha falta de sentido crítico la mayor presencia privada sea la corporación alemana Fresenius (dueña de Quirón), pillada sobornando en multitud de ocasiones en España (y en otros muchísimos países) a funcionarios públicos para conseguir contratos. Sin pena ni castigo en España, que en EE.UU. bien que les crujen cada una que les pillan: https://violationtracker.goodjobsfirst.org/parent/fresenius-medical-care
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Antes que nada, soy otro defensor casi talibán de la sanidad pública. Pero el deterioro que está teniendo en muchos lugares me parece escandaloso.
Del artículo y para dar que pensar:
Pero no es de justicia social que con un indicador PSA sospechosamente elevado se demore cinco meses la realización de la correspondiente resonancia magnética que finalmente confirma las sospechas iniciales.
No es de justicia social que, a partir de entonces, no se active ningún mecanismo de atención prioritaria y el proceso se desarrolle a un ritmo angustiosamente ralentizado: resonancia magnética (25 de noviembre); biopsia (13 de febrero); TAC tórax y abdomen (18 de marzo); diagnóstico definitivo en el Servicio de Urología (27 de marzo). Extracción de próstata (cuatro meses «cómo mínimo» de espera) Imposible esperar tanto tiempo.