Llarena es un juez rencoroso hasta la médula y no perdonará jamás las hostias como panes que le han dado en Europa en sus fofibelfos de querube añoso, pasandosé sus euroórdenes por el ojo del trasero lleno de detritus.
Es además un ser extremadamente vengativo queriendo al mismo tiempo hacer el combo de todo juez fascistoide de putear a los sediciosos separatistas catalanes mientras que jode al gobierno.
Actúa movido por la revancha, como no puede ser de otra manera en un tipo que se cree un iluminado que está llevando a cabo una importante misión, la de ser, según su perturbada cabeza, el último bastión de la indisoluble unidad de nuestra nación.
Su estrategia es joder a los indepes de la manera más dolorosa posible haciendo un ejercicio de hijoputismo impropio de un juez, aunque tenga que arrastrar a la justicia a límites inasumibles incluso para los estándares de la justicia de un estado fallido.
Llarena es uno de los tumores más activos de ese cáncer que es el Partido Judicial. Si realmente hubiera una verdadera justicia en este país este tipejo tendría que llevar una lustro apartado de la administración de la justicia. ¿Pero qué nos encontramos? Que este montón de estiércol ha sido promocionado a la Sala Segunda del Tribunal Supremo.
Alguien pensaba lo contrario? ""El que pueda hacer, que haga" , simplemente está siguiendo lo que le mandan....